miércoles, 17 de julio de 2013

Perderse y reencontrarse

Últimamente y aunque lo laboral/científico es lo que ocupa el mayor porcentaje de mi tiempo, solo me apetece reflexionar de lo personal. Será que a lo demás le dedico demasiado tiempo o quizás es que al estar saliendo bien últimamente los experimentos no me apetece quejarme demasiado en ese aspecto por no gafarlo.

Hace unas semanas iba conduciendo camino al trabajo con la música que me gusta a un volumen interesantemente alto. De repente mi mente se percató de que hacía poco tiempo que había vuelto a "redescubrir" ese grupo,también hacía poco tiempo que no recordaba cuantísimo me gustaba esa canción y pensé, ¿por qué dejé de escucharlos?

La verdad es que hubo un tiempo en el que al igual que ahora hacía lo que me apetecía, escuchaba lo que a mí me gustaba y leía lo que yo consideraba que era entretenido. Siempre es interesante descubrir cosas para compartir con alguien que te importa, pero con el paso del tiempo haciendo por compartir cosas empecé, no se si por inercia o por qué a dejar de hacer, leer y escuchar lo que yo quería para "suavizarme". Llegué poco  poco a un punto en el que hacía, leía y escuchaba cosas que no me movía por dentro, lo que terminó por pasar es que cómo "no me daba más" empecé a ser más pasiva. Hacía poco, leía poco y escuchaba poco.

En todo ese procesó me perdí a mí misma, dejé de saber qué es lo que quería hacer, dejé de ser yo para pasar a ser una versión descafeinada. Como entre tanto pasaron mil cosas y mi tiempo lo copaban muchísimas horas de estudio y las que no eran de estudio nunca las pasaba sola. No me fui dando cuenta de que la persona que estaba siendo en ese momento no me habría caído bien, por insulsa.

Después de lo que yo viví como un cataclismo emocional, fui poco a poco volviendo a lo que solía ser. No soy igual que entonces, salí de aquello siendo más desconfiada y un poquito menos inocente, pero por lo demás sigo disfrutando de cosas muy parecidas. Una de ellas y la que me hizo darme cuenta de esto es la música. Siempre había vivido pegada a algún reproductor de música, radio-cassette, walkman, cd, mp3, lo que fuera. Pero durante una temporada, al suavizarme perdí mi norte musical y olvidé que necesito escuchar algo que me emocione, algo que concuerde con mi estado de ánimo en cada momento, bien para potenciarlo o bien para contrarrestarlo. Pues bien, ahora vuelvo a escuchar esas canciones que adoré y adoro y me siento mejor que bien.

Puedo decir que desvincularme de todo aquello, la perspectiva y el ver la luz al final de mi ese túnel que es la tesis me hacen darme cuenta del sinfín de errores que cometí y que me gustaría poder decir que no volveré a cometer nunca más. Aunque, teniendo en cuenta mi naturaleza "pifias" veo bastante poco probable el que alguno de mis fallos no se repitan. Pero quiero hacerme a mí misma la promesa de que no me volveré a perder, ni a descafeinar porque evolucionar y conocer cosas nuevas está bien, pero cambiar para encajar en el esquema de alguien que soy yo no me va a hacer feliz.

La conclusión de todo puede ser positiva o negativa. Positiva por el lado del aprendizaje, de que ahora se una de las cosas que quiero para el futuro y las que no, lo que quiero hacer y lo que no. Pero también es negativa porque poco a poco me doy cuenta de que en realidad no era feliz, durante mucho tiempo no fui feliz aunque me esforcé por creer que si.