lunes, 28 de octubre de 2013

La ciencia y los planings

Desde que empecé a estudiar en la universidad siempre he sido muy fan de hacer planings. Gastar un día en decidir qué es lo que tenía que hacer cada uno de los días de los siguientes meses para conseguir llegar holgadamente a cada una de las convocatorias de exámenes. Planificaba sobre unos mínimos y todo lo que fuera mejorar siempre me alegraba. La verdad es que no siempre cumplía con ellos pero me ayudaban bastante.

Ahora hace un tiempo que deseché la idea de seguir haciendo eso, porque la ciencia siempre se empeña en tirar abajo mis malditos planings. Dejé de hacerlo hace unos años cuando mi tercer planing acerca del mismo grupo de experimentos fracasó porque los experimentos a veces no salen como tienen que salir por razones misteriosas. Después terminé por saber que una de las razones misteriosas era la costumbre que tenían algunos de los compañeros de comer al lado de mis experimentos y contaminarlos (involuntariamente) con migas de pan, pero eso es otra historia.

Los experimentos hacen lo que les da la gana, la ciencia es lo que tiene. Tu esperas unos resultados y ellos se empeñan en no salir, o en salir regular y tu tienes que devanarte los sesos para saber qué está fallando y cómo lo puedes corregir y mejorar. La ciencia siempre se trata de eso, de mejorar lo que tienes, que si no no tendría sentido.

Pues ahora me encuentro en un momento de reestructurar un no-planing, no había escrito lo que quería hacer, pero tenía una idea de lo que quería que saliese y para cuándo lo quería. Pero la ciencia, las migas de pan, los proveedores y una pequña obra en el lab me tienen aquí. Clavada justo delante del experimento que tenía que haber salido nada más volver de las vacaciones.

Espero que se me porten un poco bien el resto y que en un par de meses esté todo listo, pero no se si apostar por ello o mejor dejar que venga lo que venga. Lo bueno de todo esto es que las conversaciones con mis directoras ahora siempre van acerca de la "luz al final del túnel" o de "eso tiene que ir en la tesis" Esto en mi recta final, esprintando, intentando que todo salga y a pesar de todo tengo los nervios más o menos controlados. Estoy esperanzada, sin planing pero con la certeza de que llegaré a mi meta más pronto que tarde. La verdad es que aunque a veces esté un poco "bipolar" tiendo a estar de vez en cuando de un zen y de un positivo que doy asquete.

lunes, 21 de octubre de 2013

Efectivamente y no

La verdad es que pensando en bastantes cosas no se me ha ocurrido otra forma de expresar el taco mental que tengo montado que con esa frase de La hora chanante. No es que yo sea demasiado fan de ese programa pero si que es verdad que lo que viene siendo el humor absurdo es una de mis debilidades. Eso y darle vueltas a las cosas para no llegar a ninguna conclusión y después volver al mismo punto del que salí.

Pues básicamente eso es lo que me viene pasando de hace un tiempo a esta parte, que estoy pensando y dándole vueltecitas a ciertas cosas que no me llevan a ningún sitio. Y no me llevan a ninguna parte, porque ya parto del punto al que tendría que llegar... cosa que es harto confusa. Ya tengo la respuesta antes de hacer la pregunta y no me hago caso a mi misma. En mi cabeza, de dónde no hay no se puede sacar...

La verdad es que la procrastinación es un arte y cuánto más tengo que hacer más le da a mi cabeza por irse por los cerros de Úbeda y plantearse cosas que no tiene ningún sentido marear. La verdad es que dudo demasiado de mí misma, de mis instintos y de las decisiones que tomo. Luego termino por dar infinitas vueltas para al final terminar dándole la razón a mi yo del pasado y pensando "no debería haberme calentado tanto la cabeza, la primera opción era la buena"

Entre las vueltas que le doy a las cosas y el exceso de cafeína creo que el camino desde ahora hasta el final de mi tesis va a ser más que interesante.

Debería proponerme a mí misma el hacerme más caso, que tampoco es que me haya ido tan mal con las decisiones que he tomado. Debería escucharme más y debería dejar de repensarme las cosas una y mil veces hasta dar con la solución que ya tenía. Pero en realidad, como se que no lo voy a hacer y que yo soy así me resignaré hasta que llegue el siguiente momento en el que tenga que decirle a mi yo del futuro "te lo dije"