miércoles, 18 de marzo de 2009

Hay que tomárselo con humor


Después de mi última entrada con este título puedo parecer un poco bipolar, pero es que soy así, el caos es algo que llevo conmigo. En algunas ocasiones, las menos, me apetece ser pesimista pero se me pasa rápido y muchas veces ni siquiera se me nota.

Después de mi última pataleta y de dejarme caer, o más bien lanzarme, en el desánimo vuelvo a un estado que podría llamar normal. En mi estado normal tiendo más bien a tomarme las cosas con humor, o por lo menos con todo el humor que me es posible. Ahora mismo estoy decidiendo si esta mañana ha sido normal o no, estaba pensando en inclinarme por el sí, pero pensando en lo que me he encontrado aun no lo tengo decidido.

Lo que me tocaba hoy no era una entrevista, era un proceso de selección para hacer un curso. En primer lugar el curso ni siquiera está aprobado, ni financiado ni nada, pero ellos van haciendo el proceso de selección por si acaso, para ir adelantando. La cita era a las 9:30 de la mañana en un lugar en medio de la nada, afortunadamente había un apeadero de cercanías a unos 200 metros de la nada. Preferí no ir en coche para no perderme y porque teniendo en cuenta que tendría que levantarme unas dos horas y media antes y que yo por las mañanas y con poco café tengo las capacidades mermadas consideré que yendo en tren no pondría en peligro la integridad física de nadie.

Lo que me encontré:
  • Unas 35 personas, o alguna más, para 10 o 15 plazas de curso. Algunas de esas personas tenían aspecto de ser como yo, recién licenciados o diplomados o algo con pinta de "he ido a muchos sitios y si me cogen en el curso por lo menos tendré una actividad diaria que no sea deprimirme por el panorama laboral" Había otras personas que tenían pinta de necesitar el curso más que yo, víctimas de la crisis, gente con experiencia y con familia que mantener. Y había un grupo de personas al que oí hablar (el sitio era pequeño y se escuchaban las conversaciones) y que al parecer son verdaderos profesionales de hacer cursos o, por lo menos, de intentar hacerlos. Una chica de ese grupo dijo que hebía ido al proceso de selección de este curso otras 3 veces, y yo me pregunto, "¿no te estarán queriendo decir algo si no te han cogido ya?"
  • Dos test psicotécnicos para hacer en el tiempo en el que se puede hacer solo medio. Un test de cálculo mental, con problemas puestos en pesetas, como los del cole. Este test me salió muy bien y quiero desde aquí agradecérselo al profesor Ryuta Kawashima, esas noches jugando al Brain Training sirven para algo... El segundo test tenía más gracia, lo llamaban de mecánica y tenía preguntas sobre poleas, engranajes, palancas y demás. Teniendo en cuenta que yo no veo una polea desde la física y química de primero de bachiller uno se puede hacer una somera idea de cómo me fue este test.
  • Según los organizadores el curso se aprobará para abril y comunicarán por teléfono o por ¡¡¡carta!!! con los seleccionados.
Viendo todo esto yo llego a la conclusión de que he hecho dos exámenes, rellenado una ficha con mis datos, entregado un CV y escrito una carta de presentación e interés para un curso virtual. Pero no porque se imparta online, es virtual porque aun no es real. Con esto podría decir que he perdido una mañana, un billete de ida y vuelta al medio de la nada y el tiempo. Teniendo en cuenta que la alternativa hubiese sido quedarme en casa en el fondo agradezco estas situaciones porque me hacen salir, airearme y conocer nuevos lugares. Por cierto, el medio de la nada está rodeado de prado, casitas y una ruidosísima autopista. Por lo menos hace sol, el día está templado, he aprovechado para hacer unos recados de la que volvía y por hoy ya he caminado lo que todos los médicos recomiendan.

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